Comenta James Randi en esta entrada del blog de su Fundación que, en Australia, los fabricantes de la pulsera Power Balance se han visto obligados a publicar un amplio comunicado del que James extrae lo siguiente:
In our advertising we stated that Power Balance wristbands improved your strength, balance and flexibility. We admit that there is no credible scientific evidence that supports our claims and therefore we engaged in misleading conduct in breach of s52 of the Trade Practices Act 1974.
Que traducido a la lengua de Cervantes sería algo así como:
En nuestra publicidad afirmábamos que las pulseras Power Balance mejoraban tu fuerza, equilibrio y flexibilidad. Admitimos que no existe ninguna evidencia científica que respalde estas afirmaciones y, por lo tanto, hemos incurrido en una conducta engañosa al violar el artículo 52s del Trade Practices Act de 1974.A continuación, los fabricantes de Power Balance se comprometen a devolver el dinero cobrado. El título del post es algo así como "Lo consiguieron ahí abajo" señalando que, al menos en Australia, han conseguido emplumar a los charlatanes.
Ojalá cunda el ejemplo y esperemos que, al amparo de la directiva europea 2009/25/CE, se obligue a los fabricantes e importadores de ese inútil cacharro a trasladar a la opinión pública un comunicado similar.
La rectificación está aquí.
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