El astrónomo Parke Kunkle provocó recientemente una agitación importante entre los creyentes en la astrología cuando señaló que una variación en la rotación de la Tierra hizo que las estrellas estuvieran en una posición distinta a la actual hace dos milenios cuando se creó el zodiaco.
Los astrónomos hace ya mucho tiempo que han clasificado a la astrología como una seudociencia no probada y la observación de Kunkle, si bien bastante correcta, es algo conocido desdehace muchos siglos (el fenómeno se denomina "precesión de los equinocios").
El hecho de que muchos de los signos de los horóscopos estén basados en información desactualizada preocupa a mucha gente pero lo que es más preocupante es la similaridad de la astrología con el racismo.
La premisa básica de la astrología es que la gente que nació en momentos y lugares determinados comparten características distintintivas específicas de la personalidad. Se dice de los Libra (como es mi caso) que somos diplomáticos, refinados, idealistas y sociables. Los Cáncer son emocionales, sensibles y domésticos. Los nacidos bajo Tauro son obstinados, analíticos y metódicos y así con todos los signos.
Cientos de millones de personas leen sus horóscopos diarios o, como poco, conocen algor elacionado con sus soignos zodiacales. La astrología y el racismo comparten muchas ideas comunes. Por ejemplo, en ambos casos una persona se jizga por factores que están más allá de su control. Al igual que la gente no puede controlar el color de su piel, tampoco tiene la capacidad de determinar cuándo y dónde nacer.
Ambos, la astrología y los estereotipos raciales, están basados en un marco de creencias que básicamente viene a decir: "Sin conocerte, conozco algo sobre tí. Puedo esperar este tipo de comportamiento o carácter (obstinado, vago, arrogante, etc.) de los miembros de este determinado grupo de gente (judíos, negros, aries, piscis, ...).
Cuando un astrólogo descubre el signo astrológico de una persona, mostrará una lista de suposiciones (prejuicios) sobre el comportamiento de esa persona, su personalidad y su carácter. En ambos casos, los prejuicios hacen que la gente intente confirmar esas expectativas.
Los racistas buscan ejemplos de características y comportamientos en los grupos odiados u los astrólogos buscan aspectos de la personalidad que, creen, que la persona mostrará. Debido a que las personas tienen personalidades complejas (todos somos vagos en algún momento, cariñosos en otros, etc.) tanto los racistas como los astrólogos encontrarán evidencias que soporten sus creencias.
Por supuesto que los astrólogos no son racistas pero los sistemas de creencias que subyacen a ambos puntos de vista son idénticos: prejuzgar a los individuos sobre la base de creencias generales sobre un grupo. Si no asumimos que los Afroamericanos son vagos, los Árabes terroristas o los Asiáticos son genios escolares ¿por qué debemos asumir que los Cáncer son emocionales, los Aries tienen cualidades de liderazgo o los Géminis son optimistas no conformistas?
La gente debe ser juzgada como personas únicas, individuales, y no sobre la base de su pertenencia a determinados grupos. Parafraseando a Martin Luther King Jr., una persona no debe ser juzgada por el color de su piel (su fecha y lugar de nacimiento) sinó por el contenido de su carácter.
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