A la vista del tiempo (atmosférico) que hizo la pasada Semana Santa que obligó a suspender determinadas procesiones en Madrid (ya que otras habían sido prohibidas por la autoridad) y al que está haciendo este puente del día de la nadre, las salidas que teníamos planificadas se han visto afectadas. Esto me ha conducido a una profunda reflexión en relación a qué está pasando con el clima.
Naturalmente, de acuerdo a diversas teorías conspiranoicas, alguien debe estar detrás de ese proceso de control climático. Como ustedes sabrán (y si no lo saben, yo se lo cuento) existen muchas teorías sobre conspiraciones. En general, la tendencia es a que, en cuanto alguien ignora algo, en lugar de investigarlo y abordarlo desde el punto de vista científico, es mucho más fácil inventarse una conspiración para dar soporte a las más extravagantes teorías.
El cambio climático, con independencia o no de su origen antropogénico, ha dado orien a multitud de teorías conspirativas que van desde su negación a la manipulación dirigida del clima (ingeniería climática) dentro de estas teorías conspirativas podemos destacar el programa HAARP y los chemtrails.
Como ninguna de estas teorías me convence y molesto por la meteorología durante los días festivos he intentado buscar y hallar al culpable de mi forzoso encierro en casa. Tras muchas investigaciones he tenido que volver a los orígenes, o sea a la Biblia, para descubrir quién tiene realmente el control del clima.
La Biblia es una fuente fantástica para casi cualquier cosa y, como no puede estar equivocada, es altamente fiable. Buscando, pistas que me lleven al presunto culpable, no sólo de impedir las actividades lúdicas y religiosas en estas fechas de asueto, sinó también, y lo que es más triste, del número de personas fallecidas por los recientes fenómenos meteorológicos, me encuentro con las siguientes citas que merecen considerarse:
La Biblia es una fuente fantástica para casi cualquier cosa y, como no puede estar equivocada, es altamente fiable. Buscando, pistas que me lleven al presunto culpable, no sólo de impedir las actividades lúdicas y religiosas en estas fechas de asueto, sinó también, y lo que es más triste, del número de personas fallecidas por los recientes fenómenos meteorológicos, me encuentro con las siguientes citas que merecen considerarse:
Éxodo 10:18-19
En vista de esto, apenas salió Moisés de la presencia de Faraón, rogó a Yavé, el cual hizo soplar un viento muy fuerte del mar, que arrastró todas las langostas hasta el mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de Egipto.
Empezó a soplar un viento: venía de Yavé. El viento venía del mar y arrastraba codornices, las que dispersó por el campamento y sus alrededores hasta un día de camino. Las había por todo el derredor del campamento formando una capa de dos codos.
Dios es el que discierne sus caminos y sólo él sabe dónde está, porque él mira hasta los confines de la tierra y ve todo lo que hay bajo el cielo. Cuando él daba consistencia al viento y fijaba las medidas de las aguas; cuando imponía una ley a la lluvia y un camino al estampido de los truenos, entonces, él la vio y la valoró, la apreció y la escrutó hasta el fondo.Jonás 1:4
Pero el Señor envió un fuerte viento sobre el mar, y se desencadenó una tempestad tan grande que el barco estaba a punto de partirse.Jonás 4:7-8
Pero al amanecer del día siguiente, Dios hizo que un gusano picara el ricino y este se secó. Cuando salió el sol, Dios hizo soplar un sofocante viento del este. El sol golpeó la cabeza de Jonás, y este se sintió desvanecer. Entonces se deseó la muerte, diciendo: «Prefiero morir antes que seguir viviendo».Génesis 7:4
Porque dentro de siete días, haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y exterminaré a todos los seres que creé.Desde mí modesto punto de vista, el control del clima y, por lo tanto las consecuencias de los fenómenos producidos tienen un único responsable. Adivinen ustedes quién.
Tomado y adaptado de "Is God to Blame for Weather that Kills People?"
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